Hoy voy a dedicarle un pequeño espacio a la lencería. La verdad es que soy un poco adicta desde hace un tiempo y ¡me encanta!
La ropa interior que hasta hace pocas décadas era totalmente funcional, poco a poco se ha ido convirtiendo en una parte importantísima del vestuario. Desde los años cuarenta y con la aparición de la moda pin up, se le ha ido dando importancia al diseño de estas prendas y hoy en día tenemos todo tipo de ropa interior con un diseño muy trabajado y a un precio muy accesible. Así que teniendo esto en cuenta, ¿Quién se puede resistir? Yo no.
Así que os animo a que invirtáis. La verdad es que a mí me encanta que mi ropa interior sea parte de mi estilismo diario, es decir combinar la lencería con las prendas de vestir. Hay que sentirse bien por dentro para estar bien por fuera. No sería correcto ir con un vestido monísimo estilo años 20 y con un conjunto de lencería deportiva. Hay que intentar ir acorde.
Yo os aconsejo tener ropa interior cómoda, de algodón y neutra, como base. Por ejemplo si vestimos de negro la mayoría de las veces, es recomendable tener un par de sujetadores negros, lisos y unas cuantas braguitas negras y lisas también. Un conjunto color carne para verano tambien biene bein, y un corpiño sin tirantes para los vestidos palabra de honor. No tengáis reparos en usar corpiño o corsé en días normales, ya que es una prenda que ayuda a corregir la silueta, y además es muy sexi. Yo me siento más sexi cuando llevo uno, y eso se nota.
Pero a partir de aquí, tenéis todo tipo de tejidos, colores y formas para elegir, así que ¡hacerle un hueco a la lencería en vuestro vestidor!