Tengo un abrigo, parecido a este que os propongo pero un poco más oscuro. Me lo compre hace dos o tres años en unas rebajas. El primer año ni lo usé. Y el segundo me lo puse alguna vez, con botines, pero estuve todo el día con la sensación de ser una señora. Al final, descubrí una forma de ponérmelo e ir a gusto por la vida. Y fue con las Converse. A algunas os parecerá una barbaridad, pero el contraste de las zapatillas con el abrigo me parece genial. Y si además en mi caso, que el abrigo es recto y hasta las rodillas, si le añadimos un cinturón para darle forma a la cintura mejor que mejor.
¡Un beso!